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EXPOSICIONES

Bombas Gens Centre d'Art inaugura dos nuevas exposiciones, la pieza de Cristina Iglesias y la bodega medieval

Tanto "El pulso del cuerpo. Usos y representaciones del espacio" como "Hacia la luz" de Joel Meyerowitz presentan obras de la Colección Per Amor a l'Art
REDACCIÓN 2018-03-15
Foto de familia
Foto de familia
Cristina Iglesias
Cristina Iglesias
Joel Meyerowitz
Joel Meyerowitz

Bombas Gens Centre d’Art (València) abre todos sus espacios coincidiendo con la inauguración de dos nuevas exposiciones de la Colección Per Amor a l’Art. La primera de ellas “El Pulso del Cuerpo. Usos y representaciones del espacio” incluye obra de Bernd and Hilla Becher, Helen Levitt, Cartier-Bresson, Robert Frank, David Goldblatt, Luigi Ghirri, Victoria Civera, Elger Esser, Xavier Ribas, Francesca Woodman o Matt Mullican, entre otros. “Es una reflexión, a partir de la obra de diversos artistas, sobre el modo que habitamos los espacios de la contemporaneidad. Cómo nos relacionamos, ocupamos y usamos la calle y los espacios de ocio, trabajo o consumo. Y a la vez, la exposición es un recorrido por la fotografía del siglo XX”, ha explicado Nuria Enguita, directora del centro de arte, en la rueda de prensa ofrecida esta mañana.

La otra exposición presentada, “Hacia la luz”, incluye un centenar de fotografías del gran fotógrafo documental y pionero en el uso del color Joel Meyerowitz (Nueva York, 1938), que fueron realizadas durante su estancia en España en los años 60. Un corpus inédito que refleja un país en transformación. “Era mi primer viaje fuera de Estados Unidos, y también era la primera vez que trabajaba en solitario como fotógrafo. Viéndo ahora las fotos me doy cuenta de que en aquellas calles no había alegría entonces, que la gente vivía atrapada en su cotidianidad. Parecían fotografías no tristes, sino, de algún modo, faltas de alegría. Tengo la impresión de que aquella fue la respuesta que desde mi juventud di a la atmósfera creada por la dictadura, que permeaba las vidas de todo el mundo”, ha relatado Meyerowitz.

Además de estas dos nuevas exposiciones, el público podrá disfrutar también a partir de ahora del resto de componentes del conjunto arquitectónico de Bombas Gens Centre d’Art. Así lo ha manifestado la directora de la Fundació Per Amor a l’Art, Susana Lloret: “El centro de arte amplía su espacio expositivo hacia el exterior, haciendo del jardín, e incluso del parque de Marxalenes, un lugar más a visitar. El jardín quedará envuelto por la magia del sonido y los reflejos del agua de la pieza de Cristina Iglesias; por los colores y la luz de nuestra natrualeza privilegiada, y por la historia medieval de la bodega que hemos sacado a la luz y conectado con otros restos de la misma época situados en el parque de Marxalenes, a escasos minutos de Bombas Gens”

Así, este espacio de 1.147 m2 ubicado en la parte trasera de la antigua fábrica, cuenta con una importante pieza escultórica site specific de Cristina Iglesias (San Sebastián, 1956), titulada “A través”, que ya forma parte de la Colección Per Amor a l’Art. “Es, de hecho, la tercera obra de Iglesias que se incorpora a esta colección, siguiendo su filosofía ‘Artists first’ de intentar tener siempre más de una pieza de cada artista, para poder mostrar de una manera más amplia su trabajo”, ha explicado Vicente Todolí, director del Área de Arte de FPAA.

La obra está compuesta por dos acequias, de 14 y 11 m2, que forman una curva. El interior de cada acequia se compone de varias capas de bajorrelieve de bronce fundido y patinado que, superponiéndose, conforman un interior abstracto con elementos que recuerdan raíces y fondos de ríos. Dos bancos de piedra recuperada de la propia rehabilitación del edificio acompañan las acequias.

En cuanto a la inspiración de la misma, ha sido la propia Cristina Iglesias quien ha hablado de ella: “Para la creación de esta pieza, he estudiado los cauces del río Turia y la inundación de 1957, así como trazados de regadíos. He querido explorar en esta obra la relación con el agua que durante siglos ha tenido la zona donde se ubica Bombas Gens”.  

La otra joya del jardín lleva soterrada en él desde finales del siglo XV. Se trata de una bodega de 39 m2 perteneciente a una antigua alquería ya desaparecida, y que fue descubierta durante las obras de rehabilitación que convertirían la antigua fábrica Bombas Gens en el actual Centro de Arte.

“Es una amplia habitación abovedada que afortunadamente nos hemos encontrado completa, y a la que se accede a través de una escalera de obra de ladrillo. Una vez en su interior, se pueden apreciar determinados elementos constructivos propios de un lugar de almacenamiento de vino, como por ejemplo bancos corridos sobre los que colocar las tinajas y los toneles, y una pequeña balsa para recoger el mosto que debía llegar desde las balsas de pisado de uva, de las cuales se ha conservado una”, ha explicado la arqueóloga Paloma Berrocal.

La puesta en valor de este elemento patrimonial de primer orden cuenta con el proyecto de construcción de una sala diseñada por el arquitecto Ramón Esteve para proteger los restos arqueológicos y exponer un conjunto de piezas cerámicas y azulejos recuperados durante la excavación arqueológica.

Tanto la bodega como la obra escultórica de Cristina Iglesias serán accesibles al público, mediante visita guiada gratuita. Los visitantes podrán disfrutar de ambos elementos, integrados en un espacio recoleto que hereda la tradición modernista de su arquitectura para crear un jardín frondoso y colorista. 

El diseño del mismo, firmado por el paisajista Gustavo Marina, responde a una cobertura densa  sobre composiciones vegetales con más de 100 especies diferentes, que se entremezclan para generar un ambiente naturalizado.

Se incluyen cítricos y granados, rememorando el huerto que fue, palmeras, y una jacaranda que alude a la que se encontraba en la fábrica del Doctor Trigo y que en el barrio era conocida como l’arbre. Pueden apreciarse también ejemplares de especial interés, como grandes Lagerstroemias indica o una excepcional Camelia sansakua.

Un jardín evocador de la época en que se construyó Bombas Gens, que ha rescatado el espíritu del lugar, poniendo en valor la fachada trasera de la fábrica y utilizando el adoquín de rodeno como pavimento.

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